El universo multipotencial de una persona radica en que tiene diferentes habilidades e intereses que muchas veces pueden ser inconexos. Por ejemplo, una persona que está estudiando derecho y a su vez ingeniería química, además tiene su propio emprendimiento de hacer uñas a domicilio. Te preguntarás: ¿esto es posible? Para los Multipotenciales, sí.
Los multipotenciales tenemos una inmensa curiosidad y una gran capacidad de aprendizaje. Cada vez que algo nos llama la atención, queremos ir hasta lo profundo de ese tema o hasta sentir que ya tuvimos suficiente. Esto ocasiona, muchas veces, que se abandonen proyectos o que no se finalicen estudios. Antes de descubrir que era multipotencial, me pasaba a mí, porque iniciaba algo pero no lo terminaba pensando que tenía que elegir una sola carrera en mi vida. Después de descubrir que era multipotencial, cada formación que hago la termino y los proyectos trato de colocar fechas de desarrollo y de finalización. Se podría decir que somos especialistas en varias áreas.
Nos inculcaron que teníamos que estudiar una sola cosa y que además teníamos que buscar trabajo en eso para toda tu vida. Para un multipotencial eso sería “La muerte lenta”. Pensar en dedicarse a una cosa genera frustración y muchas veces culpa por tener la dificultad de elegir. Simplemente no se puede elegir porque hay diversas potencialidades latentes queriendo ser desarrolladas. La salida es aceptar que podemos ser buenos en muchas cosas y que tenemos la capacidad de desarrollarlas todas, sobre todo que podemos combinarlas. El reto está en la organización, el dinero, la energía y el tiempo. Es por eso que puedes ver a multipotenciales teniendo dos emprendimientos, o un trabajo fijo y a su vez su propio emprendimiento.
Los multipotenciales además tenemos la capacidad de asociar temas y encontrar puntos que conllevan a nuevas soluciones e ideas innovadoras.
Cuando estudié psicología al mismo tiempo estaba emprendiendo mi primera escuela de baile, tenía 20 años (La edad de la exploración según la psicología del desarrollo). Me había propuesto la meta de mezclar la psicología con el baile. No sabía que eso existía, hasta que investigué que existía la danzaterapia, como también y la psicología deportiva que podía ser aplicada a bailarines de alto rendimiento. Cuando entraba en clases de psicología asociaba temas de baile y así me la pasaba filosofando en mi día a día lo que me permitió que mis clases de danza del vientre en ese momento incluyeran “psicología para bailarines”, lo que me llevó a escribir en 2018 más “Quiero aprender a bailar”. Allí explico un poco de la importancia, no solo de desarrollar la técnica, sino de la mentalidad de los bailarines.
Con esto quiero decir que así funciona la mentalidad de un multipotencial, siempre hay algo que descubrir de uno mismo y del mundo que nos rodea. Somos apasionados por el conocimiento y expertos en tener inquietud mental.
Lo que más tememos es la pregunta: ¿A qué te dedicas? Si no quieres un discurso de 10 minutos, evita hacer esa pregunta (es broma). Realmente, nos podemos dedicar a varios temas, pero no necesariamente todos al mismo tiempo. Se recomienda que como multipotencial practiques tu discurso a esa pregunta para que te sientas cómodo/a y más seguro/a al momento de responder.
Es un reto la multipotencialidad, pero si no lo fuera, nos aburriríamos.
Cuéntame si te identificas con este concepto o si conoces a alguien que pueda tener esas características. Me encantaría leerte y que podamos compartir.